jueves, mayo 15

Aumentan las suspensiones a trabajadores del sector automotor


  • Con el anuncio de General Motors, suman 4.850 los empleados de la industria que cesan sus actividades..
Aumentan las suspensiones a trabajadores del sector automorLa crisis de la industria automotriz dejó de ser sólo una preocupación de los empresarios y ahora pone en estado de alerta a los trabajadores del sector. Este miércoles, el secretario adjunto del Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (Smata), Antonio Milici, informó que la planta de General Motors ubicada en Alvear - Santa Fe, suspenderá a todo el personal durante un día por semana en lo queda de mayo y junio.

La medida, que afecta a 2.750 trabajadores de la firma, se suma a las anunciadas previamente en Renault, Iveco y Peugeot. En total, suman 4.850 los trabajadores que deberán cumplir con un cronograma de suspensiones.

Pero la medida no sólo afecta a los trabajadores del Smata. Los empleados de las autopartistas, enrolados en la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), también enfrentan suspensiones y despidos. Su titular, Antonio Caló, quien también preside la CGT oficial, debió reconocer que hay unos 12.000 trabajadores afectados por las suspensiones. En Gestamp, una autopartista de Pacheco, los trabajadores denuncian 60 despidos.

El mar de fondo de estas medidas es la crisis que atraviesa la industria automotriz, que enfrenta una abrupta caída en todos los frentes. Las exportaciones a Brasil, el principal destinatario de la producción local, cayeron en un 40 por ciento. Pero la demanda interna también sufre una gran contracción.

Según la Asociación de Fábricas de Automotores (ADEFA), las ventas de autos cayeron en Abril el 40% respecto de igual mes del año pasado, en tanto que la producción disminuyó 21,6 por ciento. Pero a contramano de la explicación oficial, que pone el foco en la caída de la demanda brasileña, el informe da cuenta de un derrumbe aún mayor en el mercado interno.

Es decir que, junto con las mayores dificultades para colocar autos en el mercado vecino, el Gobierno aplicó medidas de ajuste como la devaluación, que resintió el consumo interno, con un encarecimiento de las unidades en el mercado local. Las limitaciones a la importación complicaron aún más a una industria que tiene una cadena de producción fuertemente compuesta por insumos de origen extranjero.

A su vez, el incremento de impuestos internos dirigido a autos de alta gama impulsado por el oficialismo afectó al 70 por ciento de las líneas que se comercializan en el país. Y la suba de las tasas de interés, que quebró el acceso al crédito, complica aún más el escenario.

La semana pasada, funcionarios y empresarios locales se reunieron con sus pares del país vecino en Brasilia, para intentar llegar a un acuerdo que permita recomponer el comercio bilateral. Sin embargo, sólo lograron crear una mesa de trabajo conjunta para seguir de cerca el problema, pero sin alcanzar, como pretendían, la firma de un nuevo Protocolo Automotor.



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