Los especialistas dicen que los actuales modelos beben de su esencia. El 27 de junio de 1917 Ford fabricaba su primer vehículo comercial: el Ford TT, una extensión física y simbólica del casi mitológico Ford T.
Es el aniversario centenario de un modelo que instauró un culto, una
mística y una tradición en Argentina. El precursor de un segmento que
hizo del espacio, del poder y de la aventura una épica indisoluble con
la pasión.
Nació como lo que es; pura potencia. En un contexto sociocultural
adverso. Para entonces la industria automotriz era pujante: hacia 1917,
contemporáneo al conflicto bélico más brutal registrado hasta el momento
-la Primera Guerra Mundial-, experimentaba la fuerza de un sector
incipiente, prolífico, prometedor. La Gran Guerra no detuvo la evolución
de Ford como compañía pionera. El Model TT lo arrastró al progreso.
Nueve años antes había sido creado el Ford T, un modelo que cambió para
siempre la industria. La primera camioneta del óvalo se basó en su
precursor: conservaba el motor y la cabina. Había sido concebida con un
propósito diferente. La industria ya ofrecía instrumentos de movilidad,
vehículos capaces de trasladar personas. Las demandas del público habían
crecido: la sociedad rural estadounidense precisaba medios de
transporte de carga, vulnerando las esquirlas de la guerra. Era
menester, entonces, crear un automóvil que pudiera cargar objetos
grandes y pesados.
La compañía estadounidense instaló, detrás del habitáculo de la
estructura de un Model T, un gran espacio de carga. La primera pick up
de la historia era más robusta y larga, incorporaba un chasis específico
que se extendía a 315 centímetros en relación a los 254 del modelo
original. Su habitáculo albergaba dos ocupantes, la suspensión estaba
reforzada para soportar una tonelada de peso. El espacio de carga era
personalizable: su parte trasera podía ser cubierta a pedido.
Su motor era cuatro cilindros con 20 caballos de potencia. Se arrancaba
accionando una manivela en el frontal. Ford permitía valiosas opciones
de customización: sistemas de transmisión adicional para marchas
intermedias que proporcionaban mayor tracción en pendientes o caminos
pronunciados, neumáticos con cámara de aire en vez de los de caucho
sólido y cualquier sugerencia que pudiera administrar mayor
funcionalidad al espacio posterior. Para entonces, el Ford TT solía emplearse para el transporte de correo, de combustible y de productos agrícolas.
Salió al mercado en Estados Unidos y algunas unidades fueron destinadas
al Reino Unido. Su valor ascendía a 600 dólares. En 1917 se vendieron
únicamente 209 ejemplares. Once años después fue reemplazado por el
Model AA: la primera pick up de Ford se despedía con 1,3 millones de
unidades comercializadas. Luego de su sucesor -cargaba 1,5 toneladas y
portaba un nuevo motor-, llegó el Model BB en 1933 y en 1935 fue
presentado el Model 50 que era propulsado por un motor V8 Ford Flathead.
Hasta 1941, antes de que la Segunda Guerra Mundial debilitara
industrias y sociedades, Ford había vendido más de cuatro millones de
símiles furgonetas.
El Model TT fue pensado para transportar combustible, productos agrícolas y correo.
El cambio cultural de época, la transición hacia la modernidad, el
nuevo paradigma laboral, las economías de posguerra, el viaje del campo a
la ciudad hizo que las urbes conocieran a los vehículos de carga. Este
fenómeno ameritaba un nuevo modelo de pick up. Así nació la mítica Ford
F-Series, un modelo que en 1948 vendía una unidad por minuto, que hasta
1972 fue líder comercial en los Estados Unidos, que presume de trece
generaciones y más de 35 millones de ventas -apenas por detrás del
Corolla como el vehículo más popular de la historia-.
La evolución de las pick ups de Ford: un vehículo de gran protagonismo en Argentina.
"Es alucinante que, pese a que los vehículos comerciales de la
actualidad están a millones de kilómetros del TT en algunos aspectos,
siguen llevando a cabo fundamentalmente el mismo trabajo para el que
fueron diseñados hace cien años, ofrecer una manera flexible de que los
negocios se puedan mover", definió Hans Schep, gerente de Vehículos
Comerciales de Ford Europa. Porque, al parecer, las más modernas pick ups emulan la filosofía y consumen la mística del Model TT.
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