La Comisión Europea dio el miércoles pasado luz verde a la adquisición de Opel, filial europea del Grupo estadounidense General Motors (GM), por el Grupo francés PSA, matriz de Peugeot, tras concluir que la operación no plantea problemas de competencia para el mercado comunitario.
El nuevo Grupo PSA-Opel, con más de 13.000 empleados y tres plantas en España, se convierte en el primer fabricante español de automóviles, ya que en 2016 salieron de sus plantas 866.000 vehículos.
Sus facilidades para producir son: la gran factoría de Vigo, donde se hacen los Berlingo y Partner además de los Citroën C4 Picasso; la fábrica de Villaverde (Madrid), en la que se produce el Citroën C4 Cactus; la de Figueruelas(Zaragoza), una de las más avanzadas del mundo, donde se producen los vehículos de la marca Opel.
El presidente del Grupo PSA, el portugués Carlos Tavares, declaró en un comunicado:
"Estamos siendo testigos del nacimiento de un auténtico campeón europeo; ayudaremos a Opel y Vauxhall a retornar a los beneficios y tenemos la intención de ser un nuevo referente en la industria automotriz. Vamos a liberar el poder de estas marcas emblemáticas y el enorme potencial de sus talentos existentes. Opel seguirá siendo alemana, Vauxhall seguirá siendo británica. Son el complemento perfecto para nuestra actual oferta de marcas francesas Peugeot, Citroën y DS Automobiles".
Lo que Tavares quiere es crear con Opel y Vauxhall un "campeón europeo" del automóvil. Con la operación ahora anunciada, el Grupo PSA controlará el 16% de las matriculaciones de coches nuevos en la Unión Europea, frente al 24% que consigue el Grupo Volkswagen.
En cuanto a producción, el objetivo es conseguir cinco millones de unidades en el año 2022. Tavares ha asegurado también que quiere conservar la identidad de la marca alemana.
La adquisición de Opel por parte del Grupo PSA supuso a éste 2.200 millones de euros. La compañía aspira a que uno de cada seis coches que circulen por suelo europeo sean fabricados por ellos y que Opel vuelva a ser rentable en el 2020, siendo así que la marca alemana, hasta ahora filial de GM, no había sido rentable desde 1999.
La nueva entidad combinada desbloqueará importantes economías de escala y sinergias en las compras, la fabricación y la I+D estimadas en 1.700 millones de euros a tasa de ejecución. El objetivo es generar un flujo de caja operativo positivo para el 2020, así como un margen operativo de 2% para el 2020 y 6% para el 2026.
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