miércoles, julio 26

Recordando en su aniversario 'la gran bofetada al deporte'.

El GP de Alemania dejó en 2010 una herida que jamás ha cicatrizado.


  • Ayer martes, se cumplieron siete años desde el 25 de julio de 2010, cuando se disputó el Gran Premio de Alemania, válido para el Campeonato del Mundo de Fórmula 1 de ese año y que tristemente es recordado por albergar uno de los hechos más vergonzosos del deporte.


  • Un año antes de esa carrera, el 25 de julio de 2009, el volante brasileño Felipe Massa había recibido el impacto de un resorte de casi un kilo de peso en su casco durante las prácticas para el GP húngaro. Aquello puso al brasileño al borde de la muerte, pero éste, tras regresar del coma, hizo gala de una tenacidad extraordinaria para recuperarse de sus lesiones y volver a la condición física y profesional que tenía antes de aquel accidente.
    Massa había regresado al volante a finales de 2009 y fue el piloto más rápido de los test invernales de la F-1. También fue más rápido que su compañero, Fernando Alonso, en la calificación al GP de Bahrein, el primero de la temporada 2010, siendo superado solo por Sebastián Vettel. Pero ese día Ferrari le obligó a dar paso a Alonso en la primera vuelta y luego le impidió superar al español cuando el auto de Vettel tuvo problemas, determinando que el triunfo fuera para él. 
    La temporada 2010 había transcurrido entre idas y devenires, en los cuales Alonso siempre hizo validar su posición con el multimillonario auspicio del Banco de Santander, con el cual pagaba su puesto en Ferrari y le pagaba a la organización de la F-1 la buena pro para ser Campeón del Mundo. El tema es que ni siquiera así Alonso hacía la diferencia en pista.
    Cuando Ferrari llegó al GP de Hungría en julio de 2010, Alonso estaba claramente despegado en la tabla de puntuación sobre Felipe Massa, más que todo por obra de esas manipulaciones internas pagadas con dinero del Banco de Santander. Pero en Alemania el brasileño no solo demostró ser mejor que el español, sino que fue incluso mejor que todos los demás. La carrera de Alemania era suya y conseguir la victoria al cumplirse un año exacto del apocalipsis húngaro habría tenido que significar toda una celebración deportiva. Porque de eso se trata el deporte… de permitir al ser humano superar sus propios límites apelando a su propio talento, a su preparación, a su mejora constante.
    Fue Alonso el que exigió al box Ferrari “poner orden” casi al final de la carrera tras haber intentado en vano desplazar del liderazgo a Massa. Lo había intentado con todos sus medios, pero no pudo y eso debió haber bastado para que ambos celebraran en el podio. Pero Alonso reclamó a través de la radio de su auto su derecho a ganar por ser “el Campeón del Mundo” y por ser “el que paga”.  Tras una breve confusión en el box de Ferrari, la radio de Felipe Massa se abrió y el mundo entero escuchó a su ingeniero de pista, Rob Smedley, decirle:
    “Felipe, Fernando es más rápido que tú ¿entendiste el mensaje?”
    Felipe Massa obedeció por ser un profesional, por amor a Ferrari. Pero ese día, que debió haber sido de celebración para el deporte, y de ejemplo para las generaciones más jóvenes, fue el día en que el deporte y un deportista recibieron una de sus más terribles puñaladas.
    La F-1 volvería a Hockenheim dos años después, en el 2012, donde otra manipulación ayudó a que Alonso sacara ventaja en puntos sobre Sebastián Vettel, acusado de haber cometido una infracción inexistente ¡y en su prueba de casa!. En lo sucesivo, los problemas de los organizadores de carreras para llenar sus gradas fueron cada vez mayores y en consecuencia el GP de Alemania, con todo y su tradición, ha estado fuera del calendario del Campeonato del Mundo en dos de las últimas tres temporadas.  
    Y es obvio… nadie quiere categorías donde se asesine al deporte como se pretendió hacerlo en el GP alemán del 2010.
    Siete años después, Alonso y Massa están todavía activos en la F-1, pero ambos están fuera de Ferrari. Uno, el brasileño, está entre los diez mejores pilotos del año con un equipo de mitad de parrilla. Otro, el español, está último en el Campeonato a pesar de correr para un equipo con tanto presupuesto y medios como Ferrari. A Massa le pidieron, el año pasado, retractar su decisión de retiro para seguir un año más con Williams. A Alonso, este año, seis de los diez equipos que corren en la F-1 le han dicho públicamente que no le quieren como piloto.  El deporte tiene sus maneras de tomarse la revancha y de ordenar la historia...


    Massa y Alonso protagonizaron en el GP alemán de 2010
    uno de los episodios más vergonzosos en la historia del
    deporte. Uno como víctima, otro como victimario.

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