miércoles, abril 4

El Corvette cumple su 65º aniversario

El icónico deportivo Corvette, producido por la División Chevrolet de la trasnacional norteamericana General Motors Co. ha llegado en el mes de marzo a su 65º aniversario, al cumplirse un nuevo año desde que la empresa anunció en el Hotel Waldorf Astoria de Nueva York a inicios de 1953 que lo produciría en serie.
El primer Corvette de la historia, hoy llamado C1, fue el resultado de tomar un chasis estándar de Chevrolet Bel Air y añadir a su motor de seis cilindros en línea un sistema de tres carburadores llamado “tri-power” a fin de aumentar su potencia desde los 110 HP hasta los 150 HP.  El conjunto fue completado por una esbelta carrocería hecha en fibra de vidrio, porque en realidad la primera intención de Chevrolet al crearlo fue evaluar la viabilidad de fabricar carros en serie con este material.
A un precio de 3.600 dólares, el Corvette resultaba el doble de caro que un Chevrolet Bel Air descapotable, así que no resultó ser demasiado popular. Se mantuvo en venta porque Ford presentó un rival en el biplaza Thunderbird, aunque éste (a diferencia del Corvette) nunca fue considerado por su fabricante un carro deportivo legítimo.
En 1957, Chevrolet añadió al Corvette un motor de 8 cilindros en V de 283 cid y, de manera opcional, un sistema de inyección de gasolina. Las ventas comenzaron a aumentar y una serie de mejoras hizo del auto un deportivo de clase mundial, por lo cual Chevrolet comenzó a ofrecerlo como “el “único automóvil deportivo legítimo de América”.
La segunda generación llegó en 1963 y se denominó Sting Ray.  Su carrocería fue totalmente renovada por Bill Mitchell  y Larry Shinoda, mientras Zora Arkus-Duntov afinó mucho más aún su ingeniería. El auto además se ofreció como convertible con techo hardtop y como cupé cerrado. 
En 1968, para la tercera generación Mitchell, Shinoda y Arkus-Duntov se inspiraron del auto deportivo Mako Shark III y pensaron en añadir al carro ciertas características de los GT, lo cual hizo aumentar un poco el peso y el tamaño. El carro se hizo un poco menos indócil y más civilizado, mientras en paralelo sus ventas fueron aumentando hasta superar la cota de 25.000 unidades anuales.  Todo un éxito para un carro tan específico y tan caro.
A lo largo de los años ’80, Chevrolet fue añadiendo al Corvette más características de lujo, comodidad y manejabilidad, lo cual hizo que la prensa le llamara “el deportivo favorito para secretarias ejecutivas con sueños de grandeza”. Sin embargo, entre 1968 y 1982, la generación C3 se mantuvo en producción con pocas modificaciones de fondo, revelándose un gran éxito.
Dave McLellan relevó al grupo de diseño del Corvette cuando se creó el modelo C4 en 1983. Un diseño más esbelto, un rendimiento más tecnológico y unas prestaciones más dependientes de la tecnología que de la fuerza bruta marcaron el desarrollo de esta nueva generación, que resultó tan positiva que hasta brindó la base para concebir a partir de ella la quinta generación, la C5, que apareció en 1991.
Al igual que su antecesor, el Corvette C5 fue puliendo los conceptos originales desarrollados por Chevrolet para este emblema y fue complementado por una versión descapotable y por versiones Z51, Z06 y ZR1, con diferentes niveles de rendimiento. La refinación de este concepto dio vida al Corvette C6 que llegó poco después de iniciar el nuevo siglo y recibió alabanzas unánimes de todos los medios especializados norteamericanos y extranjeros.
Actualmente el Corvette se encuentra en su séptima generación (C7) y ésta apenas tiene dos temporadas en el mercado, habiendo aparecido el año pasado la versión convertible y este año la versión ZR1 descapotable, que es el carro más potente y extremo hecho por Chevrolet en su historia, en complemento a la versión estándar y a la Z06.
Para el futuro, es decir, para la octava generación pareciera que Chevrolet por fin se decidirá a hacer lo que ha venido pensando seriamente desde inicios de los años ’70, es decir, usar un motor ubicado en posición central. Otras veces lo ha pensado y se ha arrepentido a última hora, así que será interesante ver si finalmente dan el gran paso, considerando que ahora, al rondar los límites de los 100.000 dólares, ya el Corvette entra en esa liga de precio en la cual un diseño semejante resulta justificable.
¿Para cuándo veríamos un Corvette de octava generación?  Seguramente no para el año entrante y ni siquiera tampoco para el siguiente. La historia nos ha señalado que el ciclo de producto en este carro es muy largo, lo cual significa que la actual generación durará al menos unos seis o siete años en el mercado.  Vale la pena recordar el momento del debut del actual C7 y añadir siete años para más o menos tener una idea.
Entre tanto, Chevrolet ha querido atender a los fans del Corvette celebrando el nuevo aniversario con una serie limitada denominada “65 Carbon” en la cual se realza la estética del carro con diversos elementos en kevlar crudo.  Esta opción se puede solicitar sobre los cupé y convertible de tipo estándar, Z51 y Z06, pero no en los ZR1.

Chevrolet sigue produciendo menos Corvette de los que podría
vender. Ello, a lo largo de seis décadas, ha contribuido mucho
a mantener alto el prestigio del emblema.


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