Eso pone algo por encima de sus rivales a Sebastián Vettel y Lewis Hamilton, que en las dos ediciones previas exhibieron un extra diferencial. El actual Campeón no tenía el mejor carro para la edición inaugural de 2012, pero supo con su equipo determinar el modo de ajustarlo y correr sobre un asfalto que aún no estaba bien curado y no daba suficiente agarre. El y Hamilton (McLaren) protagonizaron una ardorosa batalla que el inglés decidió con un pase audaz a la entrada de las Eses. Vettel, empero, no dejó de presionar y ambos acabaron separados por 1” tras casi hora y media.
El año pasado Vettel tuvo una actuación más lucida, al tener clara superioridad mecánica. El alemán había iniciado una carrera en solitario contra sí mismo para imponer nuevos record de victorias consecutivas y en una temporada, siendo la de Austin una de ellas. Hamilton, por su parte, capitaneaba el escuadrón Mercedes AMG y su actuación en Austin fue un duro golpe a las esperanzas de Ferrari de impedir que los alemanes fueran subcampeones del mundo por equipos. “Es genial estar de vuelta - afirmó Vettel - porque es una pista que exige mucho del carro, pero también requiere ciertas habilidades del piloto. Es muy técnica, muy exigente, pero eso no le impide ser muy divertida”.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario