Ganador en Melbourne hace un año,
Verstappen dañó el suelo de su coche en la primera práctica y se perdió
22 minutos de la segunda sesión mientras sus mecánicos reparaban la
avería. El neerlandés, triple campeón del mundo, busca en Australia su
décima victoria consecutiva en grandes premios, igualando su récord del
año pasado. Red Bull persigue también un tercer doblete consecutivo que
sería inédito en la historia de la escudería. Para ello, necesitará una
mejora del rendimiento del mexicano Sergio Pérez, que solo obtuvo el
octavo mejor tiempo del viernes.
En
un video publicado por el perfil oficial de la Fórmula 1 en la red
social X, Verstappen tuvo una jornada de muy mal humor, a tal punto que
en varias ocasiones se lo escuchó maldecir al momento en que se
encontraba en la pista con otros monoplazas.
Verstappen, de muy mal humor
El
español Carlos Sainz quedó en una meritoria tercera posición después de
someterse a una operación de apendicitis hace dos semanas que lo dejó
fuera del Gran Premio de Arabia Saudita. Existían dudas sobre su estado
físico después de la cirugía, pero el piloto español se había mostrado
ya “positivo” ante su rendimiento en la rueda de prensa previa al gran
premio.”Estoy contento por haber podido completar toda la jornada sin
problemas. Obviamente, estoy algo cansado después de haber estado dos
semanas casi en cama recuperándome. A pesar de eso he podido hacer toda
la jornada sin ningún dolor”, añadió este viernes, avisando de que el
sábado intentará pelear por la pole.
Detrás
de Verstappen y los Ferrari se situaron los Aston Martin del canadiense
Lance Stroll y del español Fernando Alonso y el Mercedes del británico
George Russell. La doble sesión de libres tuvo numerosas incidencias que
recordaron los peligros de un circuito en el que solo 12 pilotos
completaron la carrera del año anterior. La más destacada fue el
accidente del tailandés Alex Albon en la primera sesión, que estrelló su
Williams contra el muro y obligó a suspender el entreno durante unos
diez minutos para limpiar la pista.
Albon perdió el control e impactó en el interior de una de las enlazadas rápidas de Albert Park a alta velocidad.
Rompió la suspensión y dejó inutilizado el chasis, lo que causó una
situación incomodísima en Williams. Como no tenían otro chasis
disponible, tomaron lo que consideran la mejor decisión para la
escudería: sacrificar al otro piloto, Logan Sargeant. Como no pueden
reconstruir el auto de Albon, el tailandés correrá con el auto de su
compañero, que mirará la carrera desde boxes. James Vowles,
jefe de la escudería, mostró su descontento: “Estamos muy decepcionados
por los daños sufridos en el chasis y tenemos que retirar el coche. Es inaceptable en una F1 moderna que no tengamos un chasis de repuesto, pero
es un reflejo de cómo ha sido nuestro invierno y demuestra por qué
tenemos que afrontar muchos cambios para mejorar en el futuro. Hemos
tenido que tomar decisiones duras esta tarde, Logan no debía sufrir por un error que no ha cometido, pero cada carrera cuenta, así que decidimos en función de nuestro mejor potencial para sumar puntos este fin de semana”.
El accidente de Albon
Ante 124.000 personas, un récord
para un viernes en el GP de Australia, el siete veces campeón mundial
Lewis Hamilton solo pudo terminar 18º. Noveno tras la primera sesión, el
piloto de Mercedes se quejó de que “algo” no funcionaba en la segunda.
”En la primera sesión de libres el coche estuvo en general bien... Para
continuar aprendiendo hemos hecho algunos cambios importantes en la
segunda sesión y desafortunadamente ha empeorado”, explicó. “Una de las
peores sesiones”, subrayó.
En
la madrugada del sábado, hora de la Argentina, los pilotos tendrán la
última sesión de libres antes de disputar la clasificación.
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