El tercer Dakar sudamericano tendrá a Carlos Sainz de Volkswagen, a su compañero de equipo, Nasser Al Attiyah, y al francés Stéphane Peterhansel, de BMW, como los principales candidatos a llevarse la corona en la categoría autos..
Sainz buscará repetir el título del año pasado y sumar su segundo Dakar, luego de haberlo perseguido casi con obsesión en este rally desde 2006. Cuando la competencia recaló en estas tierras, en 2009, el español tuvo la victoria en sus manos, pero un profundo vado se interpuso en su camino, volcó espectacularmente y quedó fuera de carrera, entre Fiambalá y La Rioja, en la 12a. etapa.Un año después, el bicampeón del Mundial de Rally logró por fin coronarse en el Dakar, resultado de una carrera inteligente en la que no arriesgó de más y recién ganó una etapa en la octava jornada, aunque lideraba la general.
Sainz llega a este Dakar saboreando su reciente victoria en el Rally Ruta de la Seda y confiado en que “será una repetición del año pasado”. Sin embargo, tendrá que cuidarse, porque a su lado estará su mayor adversario: Nasser Al Attiyah.El piloto de Qatar, también corredor del Campeonato de Rally, llegó a Buenos Aires con la misma idea fija que obsesionaba a Sainz, ganar un Dakar y, según confiesa, en la vitrina de su casa de Londres “aún está el lugar para el trofeo más grande”. En 2009, cuando corría para BMW, estuvo cerca de conquistarlo, pero mientras asediaba a las Touareg de Volkswagen, se salteó cinco puestos de control en Mendoza y fue descalificado. El qatarí es de temer, no duda a la hora de acelerar y parece volar tanto como su compañero de equipo, sin contar que se siente como “pez en el agua” en las dunas del desierto, que suelen un escollo del Dakar que generan desconfianza por la mayoría de los pilotos en La Rioja y en los desiertos de Chile.
Al Attiyah dejó claro en 2010 que venía a ganar el segundo Dakar sudamericano, sin importarle la antigüedad y posición del español Sainz dentro del equipo VW. De hecho, la casa de Wolfsburgo le dio vía libre a sus pilotos y no hubo órdenes para que alguno levantara el pie en favor de otro. Esa concesión de la casa alemana y las ansias de Sainz por vencer la maldición del Dakar que lo perseguía y el ímpetu ganador de Al Attiyah hicieron eclosión en la antepenúltima etapa de la pasada edición cuando el español le llevaba una mínima ventaja al qatarí y las Touareg de ambos llegaron a tocarse.
Allí llegaron las acusaciones mutuas por conducta antideportiva hasta que finalmente las cosas terminaron en calma.Nasser se conformó con un segundo lugar y felicitó al español que se llevó el trofeo mayor.“Fue una cuestión de carrera. Está todo muy bien entre nosotros”, coincidieron ambos. Si Volkswagen mantiene la premisa de “igualdad para todos” esta lucha es una de las más prometedoras. Otro que hay que tener en cuenta es Mark Miller, el tercero en discusión en las huestes de VW. El piloto estadounidense viene más animado a ganar aunque la tendrá más que difícil con sus compañeros. En 2009 terminó segundo y el año pasado, tercero. Es consistente, veloz e intrépido.El francés Peterhansel o “monsieur Dakar”, apodo más que merecido porque es el piloto más ganador del rally más arduo del mundo, seis veces en moto y tres en auto. Conocedor como pocos del desierto africano, las cosas no jugaron a su favor desde que el Rally recaló en Argentina y Chile.En la primera edición sudamericana, con Mitsubishi, un problema de motor lo dejó afuera en la séptima etapa.
En el Dakar del Bicentenario, ya con BMW, se coló entre las Touareg, ganó cuatro etapas, pero algunos inconvenientes mecánicos sumado a la fiabilidad los VW lo dejaron cuarto en la clasificación general.Por eso, en este 2011, Peterhansel viene decidido a recuperar su trono, con el apoyo, entre otros, de su compañero argentino, el mendocino Orlando "Orly" Terranova. El estadounidense Robby Gordon, con su Hummer, se convirtió en estos tres años en uno de los preferidos del público argentino. Piloto formado en la popular categoría Nascar y es tan extrovertido dentro como fuera del auto. Sus piruetas durante el rally o los saltos desde la rampa montada en el Obelisco hielan la sangre, pero hace de las delicias de los fanáticos locales. Este año puede dar una sorpresa pero a diferencia de los demás asegura que viene a “correr porque ama la Argentina”.Ya en motos, Cyril Despres (KTM) es el hombre a batir en las dos ruedas.
El francés logró el año pasado su tercer Dakar, que se le sumó a los ya conseguidos en 2005 y 2007. Si el dicho dice que no hay dos sin tres, para Despres “no hay tres sin cuatro” y viene dispuesto a llevarse el trofeo más grande.“Me gusta lo que hago y más allá eso siempre salgo con la idea de ganar”, recalcó una vez más el hombre de Fontainebleau.Si de por sí el Dakar es difícil, el catalán Marc Coma, también con KTM y ganador en 2006 y 2009, no le hará las cosas simples al francés y viene dispuesto a desquitarse del caótico rally que vivió el año pasado, cuando los problemas mecánicos y de neumáticos lo relegaron y lo hicieron terminar en la 15ta posición, la peor de su carrera. El español llega a esta edición con algunos cambios en su KTM, incluyendo al director de la escudería, que dejó de ser Jordi Arcarons y ahora es el italiano Giovani Sala. Y con 50.000 kilómetros rodados en la moto con la que afrontará este Dakar sin olvidar su triunfo en el Rally de los Faraones.
En cuatriciclos, el argentino Marcos Patronelli, actual campeón, estará largando la competencia aunque sus exigencias serán otras a raíz de la fractura de peroné que padeció, tras un accidente hace un mes. Por ello, su hermano Alejandro, segundo en el Dakar pasado, se convierte en un firme candidato. El mayor de los Patronelli largará con la versión TDM 900 de su Yamaha, que tiene 40 caballos más, el mismo que utiliza su principal adversario el checo Josef Machacek (Yamaha), quien ya se impuso en 2009.Otro para tener en cuenta es el mendocino Sebastián Halpern, quien en 2010 tuvo un impecable debut que incluyó la victoria en dos etapas y un sexto puesto en la general.
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