lunes, agosto 14

Sociedad: Anivesario de muerte de Enzo Ferrari

A 29 años del fallecimiento de Enzo Ferrari, constructor de autos italianos (1898/1988).
El mundo automovilistico lo recuerda en el aniversario de su deceso.
Prensa especializada de todo el mundo, especialmente italiana, recordó este lunes al empresario italiano Enzo Ferrari, al cumplirse 29 años de su deceso, el 14 de agosto de 1988.

Admirado por los aficionados, respetado por los pilotos y temido por los directivos de otros equipos, Enzo Ferrari fue en su juventud un piloto aficionado que pronto descubrió que su fortuna estaba en la construcción de autos deportivos y en la gestión de los recursos para hacerlos correr.
El patriarca Ferrari ofició como Director del equipo oficial de Alfa Romeo para las carreras Grand Prix del Campeonato de Europa (la génesis de la F-1 actual) en los años ’20 y dio a este equipo el nombre de Scuderia Ferrari en 1929.  Varios años después Ferrari y Alfa Romeo se separarían y se convertirían en rivales, enfrentándose ambos en el marco del Campeonato del Mundo de Fórmula 1 cuando éste fue instaurado en 1950. Tres años antes, Ferrari había creado una empresa propia, llamada Auto Avio Construzione y que varios años después rebautizó con su apellido al desaparecer el veto sobre el uso de éste que le había impuesto Alfa Romeo al divorciarse.
Al frente de la Scudería Ferrari, el Commendatore Enzo Ferrari reeditó los éxitos logrados en la época de Alfa Romeo y los llevó a un nivel superior.  Para financiar los cada vez más costosos empeños de su empresa deportiva, Ferrari emprendió la construcción de autos deportivos en series cortas, ganándose un notable prestigio adicional.
Los autos de Ferrari se convirtieron en las referencias de la F-1 y el Commendatore entendió que el futuro dependía de una asociación con alguna gran casa automotriz. Esta empresa pareció ser Ford, pero el acuerdo se rompió antes de ser firmado y pocos años después Ferrari aceptó la paulatina toma de control del Grupo Fiat, que incluyó en su portafolio corporativo a la fábrica de autos deportivos y a su glorioso equipo de carreras.
Al momento de su fallecimiento, Ferrari tenía 91 años y eran realmente pocos los que sabían realmente hasta qué punto el deterioro de su salud había degenerado en riesgo de muerte. 
El mundo tomó conciencia de que la vitalidad de Ferrari se estaba apagando de manera definitiva cuando el empresario no estuvo presente en la visita que Su Santidad el Papa Juan Pablo II hizo a las instalaciones de Ferrari en Maranello. Pocos días después, el 14 de agosto, la prensa daba la noticia luego de que el patriarca terminara para siempre su siempre complicada relación con los periodistas haciéndoles a éstos una jugarreta: las primeras noticias sobre el deceso del patriarca se conocieron cuando ya éste había sido sepultado junto a su hijo en el panteón familiar en Maranello.

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